Son cinco los grandes grupos de estas enfermedades del envejecimiento. Las cardiovasculares, que compiten con el cáncer por el primer lugar; las metabólicas en especial la diabetes tipo 2; las neurodegenerativas con el Alzheimer a la cabeza, y las del aparato locomotor como la artrosis, la osteoporosis y la sarcopenia (pérdida de masa muscular y debilidad). Antes o después todos tendremos alguna o varias de ellas y muy probablemente una de ellas sea la que provoque nuestra muerte o atestigüe nuestro certificado de defunción.
Llegados a este punto, no pocos investigadores se han planteado que podríamos tratar el envejecimiento y, de paso y de golpe, todas sus enfermedades asociadas. Este planteamiento, que pudiera parecer ciencia ficción, está despertando un enorme interés entre grandes grupos de investigación, inversores y medios de comunicación.
Si bien ya se ha dado el disparo de salida para buscar el “elixir de la eterna juventud”, para encontrar las causas profundas, moleculares, del envejecimiento y su abordaje terapéutico, el verdadero reto no es tanto alargar la vida sino la vida libre de enfermedad y colocarla lo más cerca de la muerte ya sea ésta a los 85 o a los 105 años. Este concepto lo definió James Fries en 1980 como la compresión de la morbilidad. Se trata de vivir más años en salud y funcionalidad. Si conocemos cuáles son las enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento, su prevención proactiva es, hoy por hoy, la verdadera medicina antienvejecimiento.
Todas las enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento son enfermedades crónicas que se gestan a lo largo de años, entre 5 y 20, antes de que se manifiesten, de que presenten su primer síntoma.
Son muchos los años que estas enfermedades pasan en fase silente o subclínica y es precisamente en esta fase cuando debe hacerse el diagnóstico precoz y el abordaje preventivo. En algunos casos el diagnóstico precoz está más evolucionado (enfermedad cardiovascular, enfermedad metabólica, osteoporosis) que en otros (cáncer, enfermedad neurodegenerativa). De cualquier manera, ya existen numerosas herramientas diagnósticas que nos permiten conocer en qué estado de evolución se encuentran estas enfermedades en nuestro organismo y que no se utilizan en la medicina reactiva curativa convencional.